Para la escritora Marguerite Yourcenar el tiempo es una vía para la indagación. “No hay pasado ni futuro, tan solo una serie de presentes sucesivos”, decía. Y no debe ser fácil tratar de tomar conciencia acerca de la complejidad de la naturaleza humana, cuando conocerse a sí mismo ya supone todo un reto. La fotografía es una búsqueda, pienso yo. Quizá un itinerario que nos predisponga a descubrir aquella forma que desvele esa complejidad que caracteriza al ser humano. Y con ello nos dé la oportunidad de saber más para alcanzar nuestro equilibrio existencial.
En la fotografía de Toni Frissell no hay pasado ni futuro. El tiempo se detiene. Las sensaciones se suceden. Una forma sinuosa suspendida en un limbo en blanco y negro donde la luz es una invitada que aviva el ser. La gravedad solo es un pensamiento vacío, una realidad desconcertante que está ausente en la imagen.
No hay pasado en la roca, ni el rostro roza el futuro. El cuerpo solo es una ilusión. La ilusión de quien creó esa instantánea mágica y evocadora. Pura incertidumbre que levita arropada por el silencio. Arropada por la eternidad.
Origen de la imagen: http://sensacionvintage.blogspot.com.es/2010/09/de-vanguardia-las-fotos-de-toni.html
Autora: Toni Frissell